Por Alfredo Zubiri
Escribir sobre el Parque Nacional Los Alerces siempre me ha costado trabajo, son tantos los recuerdos que me es difícil elegirlos, ordenarlos en un algo coherente que transmita mi relación con el lugar, mi amor por el Parque, por sus pájaros, sus ríos, sus lagos, su gente, su historia. En 1973 fui con el Viejo por primera vez, fue un mazaso, un golpe que me marcó para siempre. Alguna vez escribí que un hombre empieza donde lo deja el padre, nunca tan cierto como en este caso. En 1974 me casé y me fui de luna de miel en carpa con Diana y un par de amigos, desde entonces nunca dejé de ir. Mis primeros campamentos fueron sobre el Futalaufquen, en la playa de Cume Hue, la hostería de Camilo y Élida Braese y los que siguieron invariablemente sobre el río Arrayanes. Pardójicamente nunca acampé en Lago Verde, lugar que con los años se convertiría en mi lugar en el Parque, donde por esas cosas de la vida un día construí el Lodge, Lago Verde WR.
Salvo Mamá (que si estuvo en el Lodge) todos estuvieron en esos campamentos, el Viejo, los chicos, Diana, los amigos, los hermanos, María. Teníamos una semana por año y qué semana! Durante unos pocos años de mucho trabajo y poca guita, a fines de los 80, dejé de ir, hasta que un día Martín me dijo:
– Viejo estás hecho un boludo
– Porqué?
– No pescamos más, que te pasa?
Con los chicos en 1984
Ese año volvimos al Arrayanes y no paramos hasta hoy. En Junio de 2003 y después de un año y medio de trabajo en conjunto, el Directorio de Parques Nacionales aprobó el proyecto para la construcción del Lodge y desde entonces todo cambió. Voy todos los meses y las raíces que ya tenía se están haciendo más fuertes y profundas. Raíces de ciprés.
Así que después de 37 años de andar por el Parque, de caminarlo, de pescarlo me siento a escribirte esta breve nota con el propósito de invitarte al Parque, a que lo conozcas, lo ames y lo protejas.
El Parque tiene muchos y diversos pesqueros, los ríos Rivadavia, Arrayanes, Frei, el Estrecho de los Monstruos, el Colehual, y varios lagos, el Verde, el Rivadavia, el Kruger, el Menéndez, Laguna Larga. Y muy cerca aún otros más como el Carrileufu, el Futaleufú y la zona de Esquel y Trevelín. Cada uno de estos lugares es excepcional y por lo tanto se podría escribir un artículo sobre cada uno de ellos. No conozco otra zona, otra región geográfica, en donde se concentren en un área tan reducida semejante cantidad y variedad de ámbitos de pesca, cada uno de ellos es para escribir un libro. Pero la idea es darte un panorama general de qué y cómo se pesca en la zona, mejor dicho de cómo me gusta pescarla a mí.Siempre hay varias formas de pescar un cierto río, o un determinado pozón, formas que dependen de nuestros gustos, de cómo hemos aprendido a pescar, del río que nos a enseñado, de los maestros que hemos tenido … Siempre me sorprende que en todos lados parezca haber gurúes a los cuales hay que consultar antes de entrar al río, esta caña, esta mosca, aquel leader, esta luna. En el Parque es igual. Yo lo he pescado con muchos grandes pescadores del lugar y no todos pescan igual. Por eso te decía aquello de cómo me gusta pescarlo a mí.
La pesca en Los Alerces está determinada en primer lugar por las aguas que vas a pescar, aguas puras, cristalinas, transparentes, lentas, ideales para buscar el pez, encontrarlo, elegirlo y pescarlo.
Muchas de las aguas que he pescado en Argentina y el mundo son aguas no transparentes, oscuras, cargadas de sedimentos que dificultan la visibilidad ocultando el pez que buscás. Entonces pescás a ciegas, barriendo al agua. No cualquier agua claro, siempre es posible leerla, pero sin ver los peces. El agua en el Parque es de una transparencia tal que si buscás con algo de experiencia y cautela verás las truchas y encontrarás algunas comiendo lo que te permite pescar esa trucha y no cualquiera. Esto le da a la pesca algunos de los caracteres de la caza. Tu caminar lento, tus ojos abiertos y atentos a la superficie del agua. La concentración, la búsqueda, el acecho, la estrategia. El segundo tema es como pescás esas aguas. Yo prefiero las secas. Me gusta buscar un pez activo, encontrarlo, descubrir lo que está comiendo y engañarlo con una mosca seca. Hay muchas formas de pescar el mismo río y cuando has elegido una de ellas no solo has elegido las moscas sino el equipo, un ritmo para tu cuerpo, una cierta disposición mental.Y lo que para mi es muy importante, definís el casting, la relación que tendrás con la caña a lo largo del día De hecho los pescadores de mosca casteamos mucho más tiempo de aquel que tenemos con una trucha. A mí me gusta castear y entonces me gustan las moscas chicas y livianas y las cañas de bambú. El equipo es liviano, la mosca pequeña, el leader delgado, el cast preciso, la presentación muy importante. Y sobre todo tu ritmo es otro. A diferencia de un cast tras otro aquí hay que castear menos y mejor. Jim decía que su objetivo principal como guía de pesca era el de lograr llevar a sus clientes al ritmo de la naturaleza. Yo comparto totalmente esta idea. Cuando los clientes, que llegan al lago desde la ciudad y después de un largo día de viaje, me consultan sobre la técnica yo les digo “Lo primero que tienen que hacer es cambiar el ritmo, hacerlo más lento, si lo consiguen van a pescar”.
A medida que el agua se hace más lenta y más transparente, la pesca tiene que hacerse más lenta y, al mismo tiempo la concentración mayor. En este contexto, el de la lentitud, esto de la transparencia merece su explicación. Imaginen un curso lento y cristalino de superficie uniforme en un día sin viento, cada perturbación del agua, al caer la línea o la mosca al agua, se translada como pequeñas ondas que viajan lentamente sobre la superficie, visibles para los peces, que de estar descuidados (y más fáciles de engañar) pasan a estar alertas (y difíciles de pescar). Consecuentemente una de las cosas que hará el pescador con experiencia es dejar derivar la mosca mucho más allá de la posición de la trucha, de modo que al levantar la línea para un nuevo cast, esté lo suficientemente lejos como para no asustar al pez que intenta pescar.Así que una corriente lenta de agua cristalina es uno de los mayores desafíos que enfrenta un pescador de mosca seca y lo primero que tiene que hacer si quiere pescar, es bajar el ritmo, llevarlo al del agua y tratar de no pensar, de que su concentración sea tan alta que su mente refleje la transparencia del agua. Cuando lográs esto, simplemente pescás. Y te cansás menos aún cuando prolongues hasta el anochecer tus horas de pesca. Obviamente hay otras formas tanto o más efectivas, las ninfas, los streamers y las grandes secas atractoras. De hecho cuando uno elije pescar con seca decide pescar menos, pero a cambio de ello obtendrá mucho más placer en cada trucha que saque, truchas que recordará para siempre. Y esto es así porque la pesca se transforma en una experiencia más integradora, búsqueda, acecho, estrategia, cast, precisión. Sin embargo las ninfas son, a lo largo del año, las moscas más efectivas. Las truchas en los ríos del Parque son básicamente insectívoras así que las ninfas constituyen el plato principal de su dieta anual. Esto es particularmente cierto para el Rivadavia. La pesca con ninfas puede hacerse con un indicador de pique o a pulso, cosa mucho más atractiva, no solo por su dificultad para detectar el momento del pique sino por la facilidad del cast, que el indicador perturba.En cuanto a los ambientes, son muchos y diversos, para el gusto de cada uno, habrá que ir, caminar, charlar con los guías y pescadores de la zona, familiarizarse con los ríos, lagos y ritmos de cada lugar, una experiencia que debe hacer cada uno por su cuenta. Lago Verde WR no es solo un Lodge de pesca, es un proyecto mucho más ambicioso ya que en la concesión hay también un campamento organizado y uno agreste. De este modo las aguas del Parque pueden ser pescadas y disfrutadas por cualquiera en la forma en que lo prefiera.El gran desafío que enfrenta la pesca en el Los Alerces de cara al futuro, es preservar la calidad de sus aguas y de los peces que la habitan. Parques Nacionales hace ya muchos años desarrolla esta tarea habiendo regulado que la mayoría de sus aguas sean exclusivamente para pescar con mosca y de devolución obligatoria. Y yo creo que debemos acompañar ese esfuerzo dejando que la naturaleza se nos meta adentro, nos dé forma, nos enseñe. Por eso te decía al principio que te invito al Parque, a pescarlo, conocerlo, amarlo y protegerlo.
Alfredo Zubiri
El Aura S.A. – www.el-aura.net
Concesionario de Lago Verde WR, Parque Nacional Los Alerces, Patagonia, Argentina
LO MEJOR ..PARA QUIENES AMAN LA NATURALEZA
¡¡Muchas gracias Chenier!!!
El mejor programa de pesca deportiva ¡¡ grande patagonia waters !!!!! 😀
Muchas gracias por tus palabras, Alex!