Ultimo capítulo de nuestra gira por la Provincia de Santa Cruz, desde la mítica Estancia Cristina. Llegamos a ella en busca de los King Salmon o Chinook (Oncorhynchus Tschawytscha), los gigantes del pacífico que suben la cuenca atlántica del Río Santa Cruz, cruzan el Lago Argentino y se internan, en su viaje de apareamiento final, en el Río Caterina.
No podemos resistir el embrujo del lugar y le pedimos a Francisco que nos guíe en la experiencia. Gozamos de una privilegiada vista panorámica del valle del Río Caterina y luego, en una pausa en el refugio Upsala, recordamos recientes aventuras y grandes expedicionarios y montañistas. Nos enfrentarnos a la magnificencia del Glaciar Upsala, que nos quita el aliento y emociona como la primera vez, y a la triste realidad de su veloz retroceso por derretimiento. Nos internamos entonces en el Valle de los Fósiles, en un viaje al pasado prehistórico e histórico que nos ayuda a entender los procesos que formaron nuestro planeta, después de su enfriamiento, en un período que abarca más de 1500 millones de años e incluye como recientes el fondo oceánico del Océano Atlántico hace más de 100 millones y la formación de la Cordillera de los Andes después. Parece que las eras glaciarias hubiesen ocurrido ayer y la presencia del hombre blanco y la civilización occidental, recalentamiento global incluido, hace un segundo. La conmoción que nos produce la conmovedora experiencia es evidente. Nos quedamos con las ganas de unas truchas selectivas en la Laguna de la Pesca, pero no queremos irnos sin un Chinook. Apenas regresamos del Valle de los Fósiles volvemos a la Piedra de la Ballena, en el Rio Caterina, en busca de los Chinook y lo hacemos denuevo con cañas #8, reels poderosos, líneas pesadas y grandes moscas de dorados. Los Chinook atacan las moscas, cortan tipets 0.40 y hasta leaders con facilidad y las cañas crujen. Conseguimos clavar varios que se escapan y al final otro monstruo, una hembra enorme. Hacemos todo lo posible para sacarla del agua, la lucha es implacable y la enorme King Salmon no quiere abandonar el pool. Cuál será nuestra suerte esta vez? Después Francisco nos cuenta la historia de la Estancia Cristina y el Parque Nacional los Glaciares con el fondo del Río Caterina y los saltos de los Chinook. Somos testigos respetuosos del baile nupcial final de machos y hembras y recordamos las hipótesis de su presencia en una cuenca atlántica. Nos despedimos concientes que hemos sucumbido al hechizo de la Patagonia Austral y que volveremos.
Es mi sueño poder conocer la Estancia Cristina, porque conozco bastante su historia, he estado 3 veces en Calafate pero, no pude ir. Si no me apuro… no sé porque mi almanaque marca 77, no pierdo las esperanzas.-